La frecuencia del Cáncer Colorectal, ha experimentado un crecimiento progresivo, especialmente en poblaciones de nivel socioeconómico medio y alto. Los factores de riesgo del mismo incluyen la edad avanzada, antecedentes familiares, ciertas condiciones hereditarias, factores dietéticos, falta de ejercicio, alcohol, tabaco, obesidad. Algunos de estos factores como el envejecimiento, no pueden cambiarse, otros como la dieta requieren una educación masiva para modificar los hábitos. La dieta de riesgo está representada por un alto consumo de carnes rojas y grasas animales, además de un bajo consumo de fibra y vegetales frescos.
Para el Cáncer Colorectal existen grupos identificados de mayor riesgo que representan solo un 25% de los pacientes, como aquellos con Poliposis adenomatosa familiar (FAP), pacientes con cáncer hereditario familiar no poliposo (HNP-CC ó Síndrome de Lynch 1 y 2), pacientes con más de 8 – 10 años de pancolitis en Enfermedad Inflamatoria Intestinal, antecedentes personales o familiares de Cáncer Colorectal o pólipos adenomatosos y pacientes con otras poliposis (Gardner, Muir Torre, Turcot, Poliposis juvenil, Peutz-Jeghers); y por otro lado existen aquellos sin antecedentes que aumentan su riesgo ya que a partir de los 45 años se produce un aumento exponencial de la curva de incidencia, y representan el 75% de los casos; estos pacientes debieran ser el objetivo del clínico gastroenterólogo endoscopista y de los planes preventivos del Cáncer de Colon.
El Cáncer Colorectal afortunadamente tarda bastante tiempo en alcanzar etapas avanzadas y un porcentaje elevado de casos presenta lesiones previas benignas (pólipos) que con la evolución se transforman en cáncer, primero precoz y luego avanzado; sin embargo, el concepto es que estas lesiones premalignas pueden ser detectadas y extirpadas (polipectomìa) en etapas iniciales evitando así el desarrollo del cáncer.
En los últimos años se ha demostrado claramente que el número de personas que desarrollan y mueren por Cáncer Colorectal puede reducirse de manera drástica mediante una detección y vigilancia adecuadas, de manera que el tamizaje (screening) de ésta enfermedad es efectivo y debe recomendarse. La detección precoz o screening del cáncer en un sentido amplio es una forma de prevención, existen múltiples estudios que indican una reducción de la incidencia de esta enfermedad como resultado de la detección y resección de los pólipos adenomatosos.
Existen varios test de detección precoz del Cáncer Colorectal como los Test Inmunoquímicos de sangre oculta en heces (Hb humana), marcadores de ADN fecal, Rx enema baritado de colon a doble contraste, colonoscopia virtual, pero la realización de una Videocolonoscopia total sigue siendo el Gold Standard para la detección del Cáncer Colorectal.